En el foro de la revista Yo Tenía Un juego hay un hilo de "juegos realmente difíciles", y el otro día mi amigo Phantistico me recomendó en ese mismo hilo un juego de 1986, tanto por el manejo del personaje como por la extensión del mapeado, su nombre es Cauldron II.
La historia se desarrolla después de que la bruja que ayudamos en Cauldron I, derrote a todas las calabazas y asuma el poder. Somos la última calabaza viva y buscamos venganza, por lo que tendremos que ir directamente al mismísimo castillo de la bruja, y conseguir los siguientes objetos que nos serán imprescindibles para derrotar a la malvada bruja.
Tijeras: Son necesarias para obtener un mechón de pelo de la bruja.
Hacha: Con ella podrás abrir las puertas cerradas.
Escudo: Te hará invulnerable a los esqueletos.
Corona: Hará que el guardián mágico de la bruja no te aniquile.
Copa: Te protegerá contra el hechizo de las manos mágicas.
Libro de hechizos: Será necesario para invocar el hechizo de destrucción de la bruja.
Mechón de pelo: Es el ingrediente básico del hechizo de destrucción
de la bruja.
Una vez conseguidos todos los objetos, deberemos echarlos todos en el caldero de la bruja para destruirla y completar nuestra venganza.
Jugando
Ya me advirtieron que no me desesperara con el control de la calabaza, ya que esta no anda si no que va botando, y a su vez realiza dos tipos de saltos, uno corto y otro más largo. Como podéis imaginar los enemigos tampoco me ayudaron a familiarizarme con el control, y por supuesto los malditos agujeros en el suelo tampoco ayudaron, ya que el caerme desde cinco pantallas más arriba se convirtió en algo normal.
También hay que sumas que los enemigos derrotados aparecen segundos después, algunos cuando te tocan te quitan energía y otros te quitan una vida de golpe. Creo que lo más delicado que le lance al personaje fue "maldita calabaza estúpida" y así cada vez que he cogido el juego. Pero aunque el control es diferente de lo que estamos acostumbrados, el juego es una verdadera joya en mayúsculas con un mapeado gigante, multitud de enemigos diferentes y bien detallados, zonas cerradas que tendrás que abrir con ítems ocultos, armas para equiparnos, magia que al usarla hace que perdamos vida, etc. Son tantísimas las cosas que nos brinda el juego y tantas las variables que hay que tener en cuenta al jugar, que solo puedo recomendarlo encarecidamente a todo el mundo, casi tendría que ser de juego obligado para todos los amantes de los juegos clásicos
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