viernes, 9 de enero de 2015

The Legend of Zelda: Ocarina of Time 3D

Durante la Parlabit del año 2014 uno de mis más queridos amigos me regalo una Nintendo 2DS, todo un regalazo para un amante de los RPG y los Zelda como soy yo, ya que esta consola portátil tiene un catálogo bastante extenso, y entre ese catálogo se encuentra uno de mis títulos favoritos de la serie Zelda el Ocarina of Time.




Tengo que reconocer que cuando vi este remake visualmente me llamo mucho, pero a la vez me echaba para atrás, ya que el original de N64 lo jugué hasta dejarlo seco, y temía que hubieran realizado un estropicio con este título solo por hacer caja. Así que por la nostalgia desempolve la N64 y empecé una partida para reafirmarme en mi postura, y el juego seguía pareciéndome fantástico en casi todos los
aspectos, ya que en el apartado gráfico adolecía un poco por culpa de la poca memoria que tenía la N64. Como comentaba al principio de este artículo un amigo me regalo una 2DS, gracias Chak de nuevo, y algo dentro de mí me decía que tenía que jugar a este Ocarina of Time, así que estas navidades y con algo de miedo me regale este juego. Lo primero que salta a la vista es el apartado visual que es esplendido, nuevas texturas, mejoras en los efectos de luces, bordes más definidos y suavizados, animaciones más suaves, y un gran etc. Que no se limita a los personajes principales y entornos más característicos, si no que el rediseño del juego es completo. En el apartado de control pensé que iba a ser una de sus debilidades, pero no, casi me echo a llorar al ver que en la pantalla táctil esta todo el inventario y que no hace falta pausar el juego para usar los objetos, tampoco hace falta pausar para tocar la ocarina, por lo que nos da una jugabilidad mayor y más ágil. El uso del giroscopio para apuntar y observar el entorno funciona también muy bien y parece que estuviera el juego hecho para él, ya que agiliza también los ataques con el tirachinas y las observaciones del entorno para buscar cosas. La música y los efectos de sonido
cambiantes dependiendo del entorno donde pisemos en la versión de N64 ya me parecían geniales, pero es que en esta versión suenan que es una locura de bien, y estamos hablando de una portátil que la mayoría de veces se juegan con los primeros cascos que encuentras. Pero la guinda del pasten es la maravillosa traducción al español que se marcan para este Zelda, sin comentarios.
También se añaden varios modos para darle más juego, si cabe, a este título que son el: Master Quest, la misma aventura pero más difícil, con la ubicación de los objetos cambiada, los enemigos nos producirán más daño y si eso no bastaba el mundo está girado completamente a modo espejo para evitar que nos orientemos, pero este modo no está disponible desde el principio, por lo que solo podremos jugar a él una vez terminada la aventura. Boss Challenge que nos permite enfrentarnos a los jefes finales uno a uno o uno detrás de otro sin descansar. En conclusión, creo que me he vuelto a enamorar de este título ya que el remake es fiel casi en su totalidad al original, pero mejorándolo en todos los aspectos, por lo que creo que es un adiós definitivo al cartucho original para quien quiera conocer este maravilloso The Legend of Zelda: Ocarina of Time, y no tuviera la posibilidad de jugarlo en su tiempo. También se convierte en una revisión casi obligada a tener para cualquier fanático de esta saga como yo.

3 comentarios:

José Andrés dijo...

Un remake muy aplaudido, y con razón.
Nintendo sabe darle a sus fans lo que piden.
Veremos qué tal les queda el futuro Majora's, pero seguro que todo sale a pedir de boca.

sito_pixelacos dijo...

Buah, y eso que lo has jugado en una 2ds! Si lo juegas en 3d te se caen los carzones al suelo! Jajajjajaa.

Primy dijo...

O_o me dejas con ganas de pillar una 3ds y probarlo