miércoles, 3 de mayo de 2017

RetroMadrid 2017



Hablar de RetroMadrid últimamente es meterse en berenjenales de mucho cuidado, y ya no solo de RetroMadrid sino de todo lo que tenga que ver con AUIC, los motivos son variados y de diversa índole pero con esta entrada quiero centrarme en RetroMadrid, solo analizar lo que fue este evento obviando siglas o nombres de personas, y centrándome en las sensaciones que tuve como visitante.

Domingo 30 de mayo, 9:00 de la mañana, el ambiente huele a tostadas y me despiertan unos besos en la cara, es mi mujer que me avisa de que ya es hora de despertarse, levantar al niño y desayunar. El dolor de espalda de haber trabajado el día anterior no es nada, hoy toca disfrutar de RetroMadrid. Con la mochila llena de bocadillos nos encaminamos al Espacio Cultural Daoíz y Velarde situado en el distrito del madrileño barrio del Retiro, el día esta feo y amenaza con estar lloviendo todo el día, pero no pasa nada es el día de RetroMadrid. Al llegar entramos sin esperar y empieza a llover, tras saludar a los amigos y echar un vistazo veo que hay muy pocos expositores, pregunto y me comentan que muchos expositores al cerrar el sábado se fueron, ya que la afluencia de gente fue menos de la esperada. El aspecto de la feria es de mucho espacio libre y poco expositor, me da la sensación de haber llegado tarde a la fiesta, una fiesta en la que se lo han pasado muy bien.


Empiezo mi periplo por los stands, me pongo a hablar con la gente para enterarme de los últimos juegos y hardware que a salido, saludo a compañeros de los cuales solo conocía el nick, veo la exposición de maquinas e ilustraciones, pruebo maquinas… Pero ¿y las consolas dónde están? Solo veo un stand con un montón de versiones del Klax y que gracias a la emulación se podía probar versiones de consolas como la NES, pero lo dicho consolas ni una.
 
 


La zona arcade como siempre una delicia con esas máquinas grandotas y como novedad unos pequeños virtual pinball que me dejaron con ganas de hacerme uno.



En conclusión, la idea me ha gustado mucho, un evento de gente para gente con la que compartir todas las novedades del homebrew que hay en el mundillo retro, pero desde mi punto de vista algo insuficiente para los más profanos o incluso para los más jóvenes que son más fácilmente atraíbles si hay consolas.
 


 Magnavox Odyssey con sus complementos.



Una de las muchas versiones del Pong


Clon ruso de Spectrum



Juegos nuevos para MSX2 

Por desgracia me quedo con una sensación un poco triste de haberme perdido un evento que pintaba muy bien, pero que por culpa de las fechas, el clima y la poca afluencia de público hicieron del domingo en RetroMadrid una jornada más bien aburrida, solo espero que el año que viene sea más animada.

 Primy.

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